lunes, 26 de diciembre de 2011

Sigo resfriada. Algunas normas de higiene.




¡Feliz Navidad a tod@s!

Como muchos me habéis preguntado si estoy mejor del catarro (que no gripe), os voy a contar como salí del trance de Génova. Estoy mejor, pero mi voz hablada sigue estando "tocada" y me sigo sonando con la alegría propia de estas cosas. Ninguna.

Como os contaba en el último post, me metí en la cama y me tomé las medicinas que me mandó el médico. Todas. Terminé ayer con el antibiótico. Y sigo tomando el mucolítico porque aún tengo ese moco espeso que no acabo de tragar nunca.

Gracias al mucolítico, en 24 horas empecé a sentir mas fluidas las mucosas y ya empecé a sonarme. La tos se esfumó asi que la cosa no bajó a la tráquea, que era mi miedo, porque si se inflama la tráquea se inflaman las cuerdas y entonces si que no es posible cantar. De todos modos me sentía embotada y me encontraba mal. A raiz de un libro fascinante que leí hace un par de años, (Joe Dispenza, "Desarrolla tu cerebro") mi actitud ante la enfermedad ha cambiado mucho. El cerebro es el que gobierna todo nuestro cuerpo sin nuestra aparente intervención, pero lo que si podemos decirle a nuestra cabeza es como pensar. Y si piensas "pobre de mi estoy malita, aaaay que malita me encuentro", pues os vais a encontrar mucho peor. Es un hecho cientifico demostrado. Nos sentimos directamente en relación con las cosas que pensamos. Me explico.

En el libro de Dispenza se explica que cada vez que organizamos un pensamiento, el cerebro produce una sustancia química. Cada vez. Y según pensemos una cosa u otra, esa sustancia varía. Esa sustancia que segrega el cerebro cada vez que pensamos (y, ¿cuántos pensamientos podemos tener al día?) varía la composición química de nuestro organismo. Y si tenemos una andanada de pensamientos repetitivos del tipo "que mal estoy, Dios mio estoy enfermo, no me recupero...." etc, nuestro cerebro produce repetidamente el mismo tipo de sustancia. Y al final nuestro organismo se vuelve adicto a esa sustancia. Y la necesita a menudo, asi que seguimos produciendo ese tipo de pensamientos de una manera automática. Esto ocurre con las personas irascibles, por ejemplo. Necesitan su "dosis" de esa sensación y buscan el modo de producirsela: se enfadan hasta con su sombra. O las personas en estados depresivos, que no son capaces de articular pensamientos agradables porque su cerebro ha recibido tantas veces la descarga que produce la tristeza que tiene literalmente el "mono" y reproduce constantemente lo necesario para que su cerebro se la suministre y poder seguir sintiéndose mal.

Pero nosotros somos realmente capaces de pensar lo que queramos, y podemos decidir no volver a tener un pensamiento "triste", "auto-destructivo", o del tipo "ayquemalitoestoy". Es como intentar comer menos chocolate. Tu cuerpo te lo pide (en realidad es el cerebro), pero si quieres, tienes la posibilidad de no comerte un trozo de la tarta de chocolate que sobró del dia de Navidad y que esá en la cocina llamándote a gritos. Somos capaces de romper la tendencia de encadenar pensamientos que nos perjudican y nos hacen sentirnos mal. Cuesta mucho, porque es una cuestión que va más allá del hecho de que te apetezca el chocolate, estas luchando con la producción de unas conexiones sinápticas determinadas.

Asi que cuando me sentía decaida y enferma, en lugar de permitir que esos pensamientos se formularan, los detenía en mi mente diciendome repetidamente:
"estas mejor, cada hora que pasa estás mejor porque estas haciendo todo lo necesario y los medicamentos estan trabajando en tu cuerpo. Vas a estar bien, te vas a recuperar y cantarás estupendamente el dia 22."
Y además me imaginaba a mi misma caminando por la calle perfectamente bien, mirando escaparates y comiendo foccaccia a manos llenas.
Esta actitud refuerza sin duda a las defensas del cuerpo que no olvidemos que son organizadas y enviadas por el cerebro. ¿quién si no? Y la cuestión es que en 48 horas, aunque seguía siendo un Manolón cuando intentaba hablar, si buscaba emitir un sonido a boca cerrada, las cuerdas se juntaban y sonaban bien. Y dos dias antes al hacer la misma prueba no producían sonido ninguno.

Me levanté de la cama después de cuatro días, para ir al teatro. La función era a las 20.30h. A las siete y diez estaba en una sala con piano viendo como sonaba la voz, probando las frases de la Musetta del 4º acto que no son tan exigentes vocalmente. Luego fui buscando las medio agudas y por fin las más exigentes. Musetta no es una parte fácil. Es más facil, si comparamos, la parte de Mimi. Su canto es melódico y legato. Se puede frasear muy bien y no tiene saltos disparatados como Musetta. También probé algunas frases de la Mimi.

Y la voz estaba ahi.
Un poco menos flexible de lo habitual, pero podía cantar perfectamente. Mis colegas de Boheme estaban asombrados. Me he visto en esta situación muchas veces ya en mi carrera. Siempre puedo cantar aunque ni pueda articular palabra. Y la peor fue una vez en Menorca con un Rigoletto en el que todos estabamos enfermos: Juan Pons, Aquiles Machado y servidora. Me levanté el dia de la función como un super-Manolón. Por la noche me canté el mejor Rigoletto de aquellos años.

Le he dado muchas vueltas al por qué puedo cantar estando totalmente tupida por la mucosidad y con la voz hablada totalmente ronca. Y es porque la voz hablada y la cantada no estan en el mismo lugar. No "resuenan" desde el mismo lugar. La conformación muscular de una y otra no es la misma. Yo canto muy, muy, muy alto. Por encima de la barrera mucosa de las fosas nasales. Ahí arriba la voz suena siempre, aunque cantes con la nariz cerrada y si me despisto y dejo caer la posición, lo noto enseguida porque el sonido no es igual; pierde brillo, y se vuelve áfono, como la voz hablada ronca.
Intento dirigir la emisión lo mas arriba posible, por encima de las muelas de la mandíbula superior. siempre con el paladar blando levantado al máximo, teneis que sentir el "tironcillo" de la zona que rodea al paladar, cómo se estira hacia arriba, hasta que la campanilla deja de verse. Si la seguís viendo es que no habéis levantado bastante, seguid practicando siempre con cariño, con suavidad, nada de movimientos bruscos ni forzados.

Canté el 22 y el 23 sin novedad. Conforme pasaban los primeros minutos de la función el día 22, la musculatura se fue calentando y respondiendo mejor. El director artistico del Carlo Felice vino a mi camerino después del 2º acto a preguntarme que tomaba para el catarro que lo quería tomar él también, jajajajajaja!
Pasé igualmente el dia 23 en cama, guardando reposo. Y no solo la voz cantada no se resintió, sino que la hablada seguía mejorando. Hoy, dia 26, sigo con mocos, la voz hablada sigue sonando "fañosa" y la cantada está ahí, tranquilamente. Ahora, sin la tensión de tener una función en ciernes, me recuperaré más aprisa.

En cualquier caso, una cosa es cantar dos funciones estando "tocada", pero no se debe abusar porque el cuerpo sigue sin estar sano y le estamos exigiendo un ejercicio excepcional a unas cuerdas que, en mi caso, han estado inflamadas y sin poder cerrar un par de días.

Saberse estudiar a uno mismo para adelantarse a un proceso catarral en ciernes, tratarse adecuadamente un resfriado y mentalizarse positivamente para restablecernos es muy importante, pero lo más importante es mantenerse sano. Y ¿cómo se hace eso?  Estando atentos a ciertas situaciones que nos rodean y que pueden ser amenazadoras. Pero sin volverse un histérico maniático de la salud, cuando te toca, te toca... aunque puedes hacer que te toque menos veces.

LAS REGLAS DE ORO DE LA HIGIENE PARA CANTANTES Y FAMILIA DE CANTANTES

*Nada de besos ni abrazos ni de apretones de manos. Cuando sabemos que estamos enfermos, cualquiera de estos gestos puede contagiar a otras personas. Seamos cariñosos de palabra, pero evitemos el contacto físico por mas que nuestro interlocutor insista en que "no pasa nada"; estas personas son las que te besan cuando ellos están enfermos porque no son conscientes de que la gripe, el catarro, etc se contagian de ese modo, dandote muchos boletos para una lotería que a ellos no les pone fuera de combate para ganarse la vida, pero a nosotros si.
Hay muchas personas que tienen un gripazo y saben que no deben besar a un cantante, pero no se retienen a la hora de besar y abrazar a nuestra pareja porque "ellos no han de cantar"; de acuerdo, concedido, ¡pero duermen con nosotros!
Si supieramos que besando y dando la mano contagiamos una enfermedad mortal, me pregunto cuánta gente seguiria haciendo caso omiso de esta facilísima precaución.
En situaciones de mucha responsabilidad (debuts o roles importantes) a veces es conveniente dormir en otra habitación si nuestra pareja está enferma. Y sobretodo si tiene tos. La tos viene acompañada de gotitas de saliva chiquititas que vuelan por el aire. Si estamos dormidos no podemos esquivar ese aire contaminado y si estamos sanos, en pocos días enfermaremos. Antes de que ocurra eso, que uno de los dos duerma en otro cuarto.

*Evitar las corrientes de aire. La mayoría de los enfriamientos entran gracias a las corrientes de aire. Evitadlas y enseñad a vuestro circulo íntimo que realmente son un problema para vosotros. Los míos las vigilan por mi y si no me he dado cuenta, ellos me avisan si estoy en una corriente de aire.

*Ojo con los aires acondicionados en Verano. El aire acondicionado (frío) afecta a las personas de distintos modos, a algunos no les causa problemas, pero lo general es que sean demoledores. El aire frío que producen las máquinas esta hecho artificialmente; es más seco que el aire frio natural y pasa a través de filtros que nunca se limpian lo necesario. Mucho cuidado con él. En los restaurantes, hoteles y otros locales públicos están estratégicamente colocados para que ningún rincón escape a sus efectos. A veces hay una zona a la que no llega de modo directo, ese sería el sitio ideal para nosotros. Aprended a localizar esos sitios.
Si vais en coche y hace calor, siempre es más sano abrir la ventanilla que poner el aire; además en un coche el aire acondicionado os caerá encima....no es aconsejable tampoco. Si es imposible evitar el aire acondicionado en un coche, abrid un poco una ventanilla para que entre aire normal, que traerá un poco de humedad.
En los aviones la humedad relativa del aire es de un 10%. Además es un aire que gira durante todo el vuelo entrando y saliendo de otra máquina. Llevad siempre algo de abrigo, aunque sea verano y bebed mucho.
En los cines, en verano se puede llegar a pasar mucho frio. Yo llevo siempre una buena chaqueta y unos calcetines gordos en el bolso: me los pongo en la oscuridad y me los quito antes de salir. ¡Ya no me enfermo en los cines! Queda un pelín cutre, ¡pero ande yo caliente, ríase la gente!

* Ir a ensayar estando enfermo. Si estais enfermos, por favor, no acudais aun ensayo. Vuestra presencia alli es una bomba de relojería para vuestros colegas. Si no os queda más remedio porque la presión que hace el teatro es insoportable, saludadlos de lejos e informad de que no estais bien. Nada de besos ni de dar la mano por favor. Aún hay demasiados compañeros que se "olvidan" de que no estan bien, y al final del ensayo se despiden plantándote dos besazos. La gente de este mundo somos de un cariñoso.... jijijiji
Si os da la mano alguien que está enfermo, no os toquéis la cara con ella, no toquéis a nadie y lavarosla cuanto antes.

*Ir abrigado cuando no es necesario. Cuando era niña estaba siempre enferma de la garganta. Mi madre me llevaba con pasamontañas a todas partes. Muy monos, eso si, pero eran pasamontañas. En Alicante (mi madre es de allí) los llaman verdugos. "Ponte el verdugooo". Iba forrada de octubre a Mayo. Creo que soy la única persona de ascendencia gallega que en pleno mes de julio estuvo, completamente vestida (vestido, chaqueta, calcetines y zapatos) todo un dia en la playa de Riazor en Coruña. Con eso os lo digo todo.
En cuanto me independicé, dejé de usar pañuelos para el cuello y bufandas cuando no es necesario. Mi porcentaje de infecciones de garganta cayó en picado. Ir demasiado abrigada tampoco es bueno, sudas, te descubres, se te seca el sudor, te enfrías... tengo colegas que durante todo el año llevan la garganta envuelta en un pañuelo por si...Vigilad como os vestís, no seáis exagerados.

* Comed con inteligencia. Estar bien alimentado es vital. No me refiero a comer mucho, sino a hacerlo de modo equilibrado. A mediodia y a la noche necesitamos verduras, proteínas e hidratos de carbono todos los días. La fruta es importantísima, al menos dos piezas al día. Y leche o yoghourt todos los días. Una dieta equilibrada os mantendrá delgados y fuertes, vamos, lo que viene a ser estar sanos.

Todo esto leído del tirón puede haceros creer que soy una maniática insufrible. No me importa. No lo soy. Lo vivo con naturalidad.  Y no se si será por todas estas precauciones que tomo y normas que sigo, pero enfermo raramente y hace varios años que no cancelo por enfermedad. Salud es felicidad, longevidad y un signo clarísimo de amor por uno mismo y por la máquina que nos permite vivir.
¡Cuidad vuestra carrocería!

Como siempre, gracias por deteneros en mi blog un ratito, especialmente hoy que me he alargado más de la cuenta.

¡Hasta pronto!